El Salvador (sectores productivos)
La pesca en El Salvador se desenvuelve principalmente a nivel de consumo interno salvo en el caso del camarón, producto de exportación que ha venido representando un factor no de gran volumen pero sí de relativa importancia económica en el PTB, debido, principalmente, al precio que alcanza en el mercado exterior.
En años recientes se ha observado una tendencia hacia el decrecimiento de este renglón de exportación, posiblemente debido a problemas tecnológicos en la pesca y procesamiento del mismo. Sin embargo, a falta de información confiable sobre este punto, sólo cabe recomendar que se estudien cuidadosamente todos los aspectos de la producción y conservación de este valioso recurso.
Ganadería
La producción ganadera se extiende por todo el país; lo que varía es la productividad, aunque en general se señala que es baja, y que la producción por animal y por unidad de superficie es deficiente.
Los departamentos con mayor masa ganadera y mayor volumen de producción lechera no son necesariamente los más productivos. La Región Occidental es la de más alta productividad, sobresaliendo los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate. Ver Cuadro 3.37.
Es obvio que desde la fecha del censo ha mejorado la productividad, especialmente en las zonas ganaderas de la costa, que han contado con programas de asistencia técnica. Estos programas se extendieron a partir de 1971 hacia la zona norte del país. No obstante, queda mucho por hacer en lo relativo a sanidad animal, manejo del ganado y alimentación, Por otro lado, las mejoras en la comercialización de la carne y la leche favorecen el desarrollo ganadero.
La ganadería nacional ha tenido en general un crecimiento lento, debido básicamente a la ausencia de técnicas en su explotación. De las 600000 hectáreas que fueron dedicadas a pastos, sólo 100000 se han usado para pastos mejorados en diversas etapas de mejoramiento; el resto son pastos naturales, sin ningún mejoramiento básico, que se encuentran en malas condiciones por la existencia de maleza, árboles y broza, con el agravante de que sufren sobrepastoreo.
El Gobierno, a través del MAG, ha desarrollado programas de asistencia técnica para mejoras en el manejo, crédito, uso de inseminación artificial, control de la brucelosis y otras enfermedades, lo cual ha contribuido a la obtención de mejoras en el hato. Esto, en su mayoría, ha estado orientado a la ganadería de leche, debido a que es la que se explota en el país. Sin embargo hubo falta de investigación, lo que ha impedido obtener suficientes mejoras en el hato.
Forestal
De acuerdo con las Cuentas Nacionales, en 1965 el sector forestal aportó al PTB sólo 21.5 millones de colones, lo que significa el 3.1 por ciento del producto sectorial. En ese mismo año, en la balanza comercial hubo un déficit de productos forestales que alcanzó a 22 millones de colones, suma que puede ampliarse a 150 millones en 1990.
Según los datos censales sobre uso actual de la tierra, el 14.5 por ciento de la tierra en fincas, o sea 228000 hectáreas, son terrenos de bosques y matorrales. Algunos cálculos indican que la superficie que hay que reforestar alcanzaría a 670000 hectáreas. Las diferencias entre una y otra cifra explican por sí sola las depreciaciones que ha sufrido parte importante del suelo salvadoreño, por falta de una cubierta adecuada, o por llevar a cabo una producción agrícola en suelos que no son adecuados.
Se ha determinado la zona homogénea 12 como eminentemente forestal; sus características, superficie y ubicación están detalladas en otros capítulos de este informe.
Corrientemente, la zona norte del país se señala como zona forestal. Es evidente que allí se deben realizar importantes esfuerzos, pero la verdad es que en casi todo el país hay áreas que necesitan reforestación. Un buen ejemplo lo constituye una importante zona entre San Vicente y San Miguel, que ha perdido prácticamente su cubierta vegetal por el uso irracional que se ha hecho en esos suelos.
Agricultura
Como consecuencia de la falta de planificación en el uso de la tierra, y especialmente por la inexistencia de planos reguladores, por lo general las ciudades invaden tierras de cultivos; el problema es más grave aun cuando la tasa de crecimiento poblacional es alta y se están produciendo migraciones rural-urbanas como consecuencia del subdesarrollo rural.
En el caso de El Salvador, Sonsonate y San Miguel están ocupando terrenos de Clase II; el puerto de Acajutia y ocho cabeceras de departamentos que incluyen San Salvador, Santa Ana y Santa Tecla están utilizando terrenos de Clase III para su expansión. Sólo Cojutepeque está ubicado en terrenos de Clase IV, y Sensuntepeque en Clase VI. En los terrenos de Clase VII se encuentran enclavados Chalatenango, San Francisco Gotera y el puerto de La Libertad.
Se estima que para 1980 habrá necesidad de ocupar 2300 nuevas hectáreas en áreas que se denominan urbanas y 2060 nuevas hectáreas rurales, sólo para construir las viviendas y el equipamiento comunitario y servicios básicos imprescindibles para el incremento de la población; es decir, manteniendo las condiciones de 1970, ya que si se procurara disminuir los déficit existentes, la superficie a ocupar sería lógicamente mayor. Si no se toman las debidas precauciones, esas tierras de indudable valor agrícola se perderán irremisiblemente.
Parece altamente conveniente entonces que se incluya en el Plan Quinquenal de Desarrollo Económico Social 1973/77 la realización de estudios detallados de los suelos que rodean las ciudades, y que el Ministerio de Obras Publicas, a través de la Dirección de Urbanismo y Arquitectura, determine los planos reguladores de las ciudades, pues de lo contrario se continuarán invadiendo terrenos de uso agrícola, tendencia que se puede agudizar en los próximos años por el subdesarrollo rural y las migraciones.
Desde el punto de vista de la producción, el 44 por ciento de la superficie en fincas se halla bajo cultivo. De este porcentaje, el 33 por ciento es de tipo temporal (Regiones Paracentral y Oriental) y el resto es de cultivo permanente (Regiones Occidental y Central).
Turismo
Según las autoridades del MITUR, el turismo ha registrado en estos últimos cinco años un crecimiento total del 20.5 %, lo cual permitió que las divisas incrementaran un 93.8 % en el quinquenio. Y esto, según datos del Banco Central de Reserva, representa que el turismo ha incrementado en un 3.6 % el producto interno bruto (PIB) durante el 2013, por lo que funcionarios del MITUR esperarán que en los siguiente años alcance un 5 % del PIB.
Asimismo, confirmaron que este dinamismo generó la creación de empleos, ya que el sector formal e informal creció un 10.4 % en este quinquenio: “Estas cifras han impulsado la generación de empleo en el país, una variable de gran importancia en el análisis económico de las actividades productivas”, destaca Napoleón Duarte, ministro de Turismo. Además, destacó que la atracción de turismo permite las atracciones de nuevas inversiones tanto nacionales como internacionales.
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